desde París…

No va más. Bruce Springsteen y la E Street Band han cerrado hoy su gira 2007 en Londres con un concierto inolvidable en el formidable pabellón O2 Arena. Con Bruce y la E Street Band a pleno rendimiento, el concierto ha sido un derroche de energía durante dos horas y media (el concierto más largo de la gira hasta ahora). De nuevo ha brillado con luz propia «Because the Night», con el indescriptible solo de guitarra de Nils Lofgren, como no se veía desde la gira 78.

«Racing in the Street», dedicada por Bruce «a los fans que nos han seguido durante dos meses con ese pequeño letrero», fue la sorpresa de la noche, pues no hubo muchos cambios respecto al concierto anterior en París. La misma energía, la misma entrega, los mismos momentos indispensables, como «No Surrender», «Night», «Reason to Believe», «Last to Die», «Badlands» o una impecable «Jungleland», con Clarence bordando su solo a la perfección.

En definitiva dos horas y media que pasaron volando, con una E Street Band rozando la perfección, una máquina imparable de rock’n’roll que pasa por su mejor momento. «Santa Claus is Coming to Town» puso fin a una noche, y una gira, ya inolvidable, a la espera ahora de esos conciertos en estadios gigantescos que, seguro, no serán ya lo mismo.

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Más Londres!
Y mientras Bruce estaba en la ciudad, se ha anunciado y confirmado el segundo concierto en Londres para el 2008. Será también en el Emirates Stadium, el sábado 31 de mayo (tras una primera actuación el viernes 30 de mayo). Entradas ya a la venta (y a punto de agotarse).

En una noche gélida en París, la E Street Band ha calentado al público francés con un concierto trepidante. En el inicio, han enlazado «No Surrender» con «Night» (algo inusual), con intensos guitarrazos que han electrificado el pabellón Bercy. «Because the Night» ha sido extraordinaria, con un Nils sobresaliente y mágico a la guitarra, dando nueva vida a una canción ya de por sí memorable. Del concierto de hoy han destacado también «The River» (con un emocionante falseto de Bruce al final), «Badlands» (a pesar del error garrafal de Clarence en el saxo) y una impecable «Jungleland». Elliott Murphy, todo un clásico ya de los conciertos parisinos de Springsteen, ha subido a cantar «Dancing in the Dark», acabando ambos artistas la canción fundidos en un abrazo.

Como bis extra, de nuevo «Santa Claus is Coming to Town», con docenas de gorros rojos de Santa Claus lanzados por los fans desde la primera fila, cerrando un concierto excelente.

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por Mariano de la Torre

“El viajar es un placer que no suele suceder”. La inmortal rima de los celebrados poetas Gaby, Fofó y Miliki sigue teniendo hoy en día toda su validez, al menos en la vida del que firma estas líneas. Y es que lo de “no suele suceder” no es ningún eufemismo en mi caso: iba a volver a subirme a un avión después de veinte años. Ahí es nada.

El motivo: acudir a una de las liturgias que de tanto en tanto el reverendo Springsteen y sus acólitos imparten por esta zona del sur del viejo continente.

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