por Cris Magdaleno
La tercera y última actuación de la gira The River en España finalizó ayer en el Santiago Bernabéu con 55.000 personas saltando y gritando durante más de tres horas al ritmo de los grandes éxitos de la carrera de Bruce Springsteen.
Como en 2012, Badlands abrió el concierto y arrastró al estadio a la más absoluta locura. Un público algo más vibrante que en las anteriores citas de este tour permitió al Boss dirigir la noche a través de temas que, progresivamente, sumieron a los fans en la histeria colectiva que este tipo de espectáculo requiere, sin tiempo casi para mediar palabra.