En su segundo concierto en Carolina del Norte en pocos días, Bruce Springsteen ofreció un concierto que discurrió a ritmo trepidante pero siguiendo el guión de un setlist lleno de sus canciones más populares.
Por primera vez en este año el concierto no llegó a las 3 horas. Estrenó «Pretty Flamingo», el maravilloso clásico de Manfred Mann que solía tocar a menudo entre 1975 y 1978 (escucha la versión que Springsteen hacía en 1978) y que ahora aparece una vez por gira, siempre a petición de algún fan, y recuperó «Growin’ Up» y «Brilliant Disguise», para cerrar la noche con «Thunder Road» con toda la E Street Band.