«América es una nación de inmigrantes y ésto nos parece anti-democrático y fundamentalmente anti-americano» (Adelaida 30-01-2017)
Bruce Springsteen está enfadado, como millones de personas en todo el mundo. Las controvertidas políticas de Donald Trump se reflejan en los conciertos de Springsteen, quien para el concierto de hoy en Adelaida ha recurrido de nuevo a canciones reivindicativas.
Tras la impresionante «New York City Serenade» (seguramente una canción que pocos australianos creían que llegarían a ver), Bruce ha continuado con «American Land», la canción de inmigrantes que escribió en 2006 durante la gira Seeger Sessions. Pero no se ha quedado allí: el mensaje, bien claro, se ha visto también reflejado en canciones como «Land of Hope and Dreams», «Trapped», «Wrecking Ball», «Youngstown» o «Murder Incorporated».
Entre las sorpresas de la noche todo un clásico: «Brown-Eyed Girl» de Van Morrison. Y un clásico del imaginario springsteeniano, «Racing in the Street». Una versión acústica de «If I Should Fall Behind» ha dejado mudo el auditorio de Adelaida, antes de la fiesta colectiva de los bises, donde ha contado con Richie Sambora de invitado, finalizando hoy con la juerga de «Rosalita».
Fotos de Hans Martin Kern