La productora española Mirabal Films es la responsable del documental sobre la vida del norteamericano Elliott Murphy, bien conocido entre los fans de Springsteen. Murphy empezó su carrera en 1973 con Aquashow y también fue calificado de «nuevo Bob Dylan» en ese momento.
Autor de obras maestras como Just a Story From America, Night Lights o el propio Aquashow, Murphy tuvo un éxito irregular y en 1989 decidió trasladarse a París, donde reinició su carrera, con multitud de conciertos en Europa desde entonces.
Bruce Springsteen, Billy Joel, Brian Ritchie y Ernie Brooks son algunos de los muchos artistas que aparecen profusamente en el documental elogiando al neoyorquino. El documental The Second Act of Elliott Murphy está disponible en Filmin y se edita el 7 de diciembre en DVD. Este mes de noviembre habrá diversas proyecciones en cines de Barcelona y Madrid (pronto se anunciarán otras ciudades en www.facebook.com/elliottmurphydocumental).
No pierdas la oportunidad de verlo:
BARCELONA Sábado 19 de noviembre a las 22:30 h.
Cinemes Girona (c/ Girona, 175).
Entradas: https://girona.admit-one.eu/?p=tickets&perfCode=7897
MADRID Miércoles 9, Martes 15 y Jueves 17 de noviembre a las 22:15 h.
Pequeño Cine Estudio (c/ Magallanes, 1).
[¿Quieres ver el documental en Madrid o Barcelona? Sorteamos 5 entradas dobles para las proyecciones en Barcelona (19 noviembre) y Madrid (17 noviembre). Para participar en el sorteo envíanos un email indicando el nombre del álbum de Elliott Murphy donde canta Bruce Springsteen. En el correo debes escribir tu nombre completo, email y nº de teléfono. El plazo para participar acaba el lunes 14 de noviembre a las 14:00]
Recientemente conversamos con Jorge Arenillas, productor y director, sobre el documental:
¿De donde surgió la idea del documental?
Quería hablar del éxito, del fracaso y de lo relativo de ambos conceptos. Cada vez más, en nuestra sociedad, se impone la idea de que solo hay una clase de éxito: el arrasador, a gran escala, llenar estadios, tener millones de followers, estrenar con 8.000 copias… Es una idea con la que no estoy de acuerdo, y creo que, con esa forma de pensar, se caen muchas obras válidas y muchos creadores interesantes por las grietas del sistema.
Buscaba un vehículo para hablar de todo eso en una película, y cuando pensaba: ¿Qué artista representa para mí una carrera íntegra, coherente y que se pueda considerar un éxito a pesar de no haber llegado nunca al gran público? El primer nombre que me venía a la cabeza era el de Elliott Murphy.
¿Cuando empezasteis a filmar y cuanto tiempo llevó?
Arrancamos con la gira española de Elliott Murphy en enero de 2014, y nos llevó algo más de dos años.
¿Cual es vuestro objetivo?
Crear fans nuevos para Elliott Murphy. Su base de fans es sólida, pero aspiro a que un público más joven interesado en el rock americano le conozca. Creo que este hombre merecería estar llenando palacios de deportes por todo el mundo. Sin embargo, la parte positiva es que puedes ver a un artista de lujo en una sala pequeña a un precio asequible; vamos, la forma en que los fans de Springsteen soñaríamos con verle en directo una vez en la vida.
¿Cómo conseguisteis las entrevistas con Bruce Springsteen, Billy Joel y otros artistas?
Tan pronto como Elliott les comentó lo del documental, Bruce o Billy Joel accedieron a participar. Posiblemente, Lou Reed también hubiera accedido, de haber llegado a tiempo. Creo que hay un cierto sentimiento de «culpa» (no justificado) entre varios músicos triunfadores de esa generación, porque Elliott no alcanzara el éxito que merecía. Como si, de alguna forma, hubieran dejado atrás a un compañero caído.
¿Cómo fue la entrevista con Springsteen?
La entrevista de Bruce la hicimos el pasado enero en su estudio de grabación en Colts Neck, New Jersey: un estudio bonito, puesto a todo confort, pero sin ostentación alguna. No había nadie allí excepto Toby Scott y su ayudante, que estaban trabajando en la masterización de algo. Nos quedamos a solas con Bruce sin que nadie nos dijera cuánto debía durar la entrevista, ni de sobre qué podíamos o no hablar. Dijo cosas muy generosas de Elliott y, para mi sorpresa, con frecuencia extrapoló las preguntas a su experiencia personal.
Al día siguiente, nos invitaron al concierto del Madison Square Garden y al lado mío, en el pit, estaba Mickey Rourke. Como recuerdo de la experiencia (imborrable, de todas formas), tengo un póster firmado de los conciertos del Capitol Theater del 78, enmarcado en mi salón. Así que soy consciente de que he cumplido el sueño de todo fan de Bruce: sentarme a charlar con él en su estudio de grabación, sin nadie más alrededor, y con la guitarra de la portada de «Born to run» al alcance de la mano. Claro que el precio a pagar por ese privilegio ¡es tener que hacer una película!