Springsteen llegó a Louisville tras cuatro días de conciertos y apariciones públicas, aunque el cansancio no pareció afectarle y ofreció un intenso concierto de más de tres horas, iniciado con «Shackled and Drawn», y con algunas sorpresas: reapareció «Streets of Philadelphia», seguida de «Atlantic City», una potente «Because the Night» (con un espectacular solo de guitarra de Nils) y «She’s the One».
A petición del público Bruce cantó «Growin’ Up», y se produjo uno de los momentos más curiosos de la noche: Bruce invitó al escenario al fan de 20 años que había pedido el tema, el día de su cumpleaños. El chico hizo reverencias, se abrazó a Bruce y pudo cantar con él, en medio del entusiasmo general y, en especial, del mismo fan, hiperexcitado por la experiencia. El público entró en ebullición con la versión swing de «Open All Night», como en la gira Seeger Sessions, seguida del rock desenfadado de «Darlington County» y la intrascendencia pop de «Waitin’ On A Sunny Day».
Para los bises quedó el retorno, esperado, de «Rocky Ground», canción que debería ser fija en el set list, y una, de nuevo, explosiva «Rosalita».