Las expectativas eran altas para el segundo concierto en Bergen. Es conocido por todos que Bruce Springsteen nunca da un concierto igual al anterior, y menos cuando toca dos noches en la misma ciudad. Y no defraudó: cantó 17 canciones distintas respecto al primer día. El concierto fue una sorpresa constante, desde el inicio con «Long Walk Home» en formato acústico, ritual que ha repetido en conciertos recientes: suena su guitarra, y Bruce aparece desde el lateral de la batería, rasgando su guitarra hasta que llega al micro y empieza a cantar la canción. La banda entró con «We Take Care of Our Own», seguida de «My Lucky Day», estreno en la gira para esta canción de Working on a Dream.
Sonaron las habituales canciones del nuevo disco a continuación, y llegado el momento de «Spirit in the Night» empezaron las sorpresas. Se la salta y recupera «The E Street Shuffle», y rompiendo el guión empieza a estrenar más canciones: «Red Headed Woman» y «Proud Mary» de la Creedence, a las que seguirán «Fire», cantanda en el pequeño escenario frente a la primera fila, y «This Depression», estrenada el día antes en formato acústico, y ahora interpretada con toda la banda respaldándole, mejorando la versión del disco.
Y así siguió el resto del concierto, con estrenos (ese esperado «You’ve Got it», única canción del nuevo disco que quedaba por ofrecer en directo) y cambios constantes («Youngstown», «Racing in the Street» y «Rosalita», clásicos bienvenidos, y «Seven Nights to Rock» y «American Land» en los bises) en un concierto en el que Springsteen puso toda la carne en el asador para sorprender, revitalizar y emocionar al público noruego, hasta el punto de que los dedos de su mano derecha acabaron sangrando al final del concierto. También hubo otros cambios: no sacó a nadie a bailar en «Dancing in the Dark» pero sí en «Rosalita» (la chica que pidió la canción con un cartel acabó en el pequeño escenario bailando mientras Bruce tocaba a la guitarra) y tampoco hubo «momento esponja» en «Tenth Avenue».
El propio Bruce lo avisó a los pocos minutos de empezar el concierto: «hoy vamos a hacer un concierto distinto», y así fue. Con una banda en forma, sin errores, con luz de sol, con multitud de temas nuevos, estrenos, rarezas… ¿qué más se puede pedir?