«Ha llegado gente desde todos los rincones del mundo para estar hoy en Pittsburgh. Eso es más alocado aún que ir a verme a Asbury Park» (Bruce Springsteen)
En el segundo y último concierto con Joe Grushecky en Pittsburgh, Springsteen echó el resto: muchos cambios, siete temas en acústico y mucho rock durante las 3 horas y 20 minutos que duró el evento. Tras aparecer de nuevo con los teloneros The Composure para cantar «Dancing in the Dark», Bruce abrió el concierto con tres temas en formato acústico, incluyendo la extraordinaria «Incident on 57th Street» (a petición de Joe). Ya con los Houserockers cambió parte del repertorio del día anterior, añadiendo «Darkness on the edge of town», «Radio Nowhere» y «Adam Raised a Cain».
La tanda de bises se extendió mucho más que en el primer concierto. Sonaron «Hungry Heart» (éxtasis colectivo), y tras «Down the Road Apiece» la fiesta siguió con el clásico de Van Morrison «Brown Eyed Girl», «Pink Cadillac» y una larga «Twist and Shout». Y cuando todo el mundo creía que el show acabaría con una acústica, Bruce sorprendió de nuevo diciendo que iba a tocar «unas cuantas más» , y así llegó un segundo set acústico con «No Surrender», «Does this Bus Stop at 82nd Street?», «Surprise, surprise» y «Thunder Road», acompañado en esta última por Joe Grushecky.
Springsteen, de nuevo, se mostró en plena forma y transmitiendo entusiasmo. ¿Preparándose para su próxima gira mundial?