Cuando Springsteen toca dos noches en la misma ciudad es frecuente que empiece con un buen concierto, aunque de repertorio ‘estándar’, y siga con un concierto repleto de sorpresas y cambios. En Mansfield ya la primera noche sobrepasó el imaginario listón de lo ‘estándar’, y superó las expectativas. Ayer, en su segunda actuación en Mansfield, junto a Boston, Bruce dio un espectacular concierto de tres horas, atacando desde el inicio con inmensas dosis de rock como «Night» y «Badlands», seguidas minutos después por la poco frecuente «Saint in the City», de su primer álbum.
La descarga de rock prosiguió con las habituales «Murder Incorporated» y «Johnny 99», en esta ocasión seguidas por el estreno en la gira de la inmensa balada «Independence Day» y, a continuación, una versión instrumental de «(Love’s Like a) Heat Wave«, el éxito de Martha Reeves & The Vandellas, que sirvió para recoger los carteles con peticiones del público. Y esos carteles trajeron «You Never Can Tell» de Chuck Berry (segunda versión en la gira tras su estreno en Bilbao), «I’m Goin’ Down», «Janey, Don’t You Lose Heart» y «Prove it all night».
Antes de acabar el set principal llegó también «The River», tras la cual Max dejó su puesto a Jay para el resto del concierto. El nivel subió sin freno, y para los bises Bruce acabó cantando nueve canciones, desde la inicial «Girls in their Summer Clothes» a «Twist & Shout», más las extras improvisadas: «Hang on Sloopy», «Growin Up» y «Hungry Heart».
foto: Benidorm 2009, copyright Daniel Villanueva