Tras un gran concierto en Nashville, Springsteen dio en Baltimore el penúltimo concierto de la gira, donde anunció que se tomaban un descanso pero que volverían en el futuro «porque nos quedan muchas millas por recorrer antes de ir a dormir» (Steve Van Zandt comentaba recientemente en una entrevista que no veía motivo para dejarlo y que si la salud no lo impedía seguirían tocando juntos).
Esta era la primera vez que Bruce tocaba en Baltimore desde 1973, y lo celebró con un concierto entusiasta, pletórico de energía y de 3 horas y 20 minutos de duración, uno de los más largos de la gira hasta ahora. A la habitual, y excelente, interpretación completa del álbum Born to Run le siguieron «Waitin’ on a Sunny Day» y «Spirit in the Night», y bastantes momentos espectaculares: el instrumental «Green Onions» hizo su debut en la gira y sirvió para la recogida de peticiones. Sonaron entonces «Santa Claus is Coming to Town», «The E Street Shuffle» y una espléndida «For You», con Bruce al piano en solitario.
El ritmo no bajó y llegó una tanda de rock imparable, con Springsteen pisando el acelerador a fondo con «Radio Nowhere», «My Love Will Not Let You Down» y una emocionante «Long Walk Home», con Van Zandt dejándose las cuerdas vocales. Para los bises llegaron «Ramrod», una inusual y bienvenida «Land of Hope and Dreams», y los bises habituales, hasta 8, con «Higher and Higher», siempre impresionante, y el añadido extra de «Glory Days».
Mañana Springsteen pondrá el cartel de «cerrado», al menos por una temporada, a cinco años seguidos de giras y conciertos, con último concierto de la gira, en la ciudad de Buffalo, en el estado de Nueva York.