En el pequeño Estadio de Foietes Springsteen conquistó a un público mayoritariarmente nuevo con uno de sus conciertos clásicos de estadios, repleto de energía durante tres horas y con sus canciones más populares. Los 30.000 asistentes se entusiasmaron desde la primera canción (y eso que segundos antes Nils había tocado…. ¡Los pajaritos!) y Bruce les dio lo que querían: fiesta y rock a raudales.
Estrenó en la gira versiones de «Girls in their Summer Clothes», «Janey Don’t You Lose heart» (aunque no fueran precisamente sus mejores versiones, con Clarence a medio gas y entrando tarde en los solos) y una versión con toda la banda de «If I Should Fall Behind».
Entre los momentos más destacados estuvieron vibrantes versiones de «Seeds», «Youngstown», «Jungleland» (curiosamente Clarence estuvo impecable en su solo más largo y difícil), «Be True» (una agradable sorpresa) y una inesperada y potente toma del «I Fought The law» de Bobby Fuller.
No fue el Springsteen mágico de Bilbao, pero sí el Springsteen de los grandes éxitos que cautiva al público con una intachable profesionalidad.