crónica desde Cincinnati
Esta noche, ante un público receptivo y entusiasta, Springsteen ha dado un concierto corto pero muy intenso. Como si tuviera prisa, las canciones se sucedían sin interrupción, sin introducciones, y acortando algunas. «Reason to Believe» casi no tuvo introducción, no ha habido cuarta canción antes de «Gypsy Biker», y ha culminado con una tanda de bises de sólo 4 canciones. Una de las cosas que ha sorprendido, además de la duración, es el inicio del concierto con «Darlington County», que ha puesto en pie a todo el pabellón.
Quizás viendo que el concierto había durado sólo dos horas, Springsteen ha vuelto al escenario un minuto después de abandonarlo tras tocar «American Land» y despedirse, y ha ofrecido una potente versión de «Kitty’s Back» para cerrar definitivamente el concierto.
De la actuación de hoy caben destacar los estrenos de «Lost in the Flood» y «Glory Days» y las versiones de «Prove it all Night» y «Be True» tocadas a petición del público. Los numerosos letreros pidiendo «Rosalita» se quedaron sin respuesta. En «Dancing in the Dark» ha vuelto a sacar a bailar a Hannah, la niña que ya bailó con Springsteen en el concierto anterior en Indianapolis.
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