Archivo Point Blank #12: Entrevista exclusiva con Danny Federici
Entrevista publicada originalmente en el nº 12 de la revista Point Blank (diciembre 1998)
copyright Point Blank 2008
(permitida la reproducción bajo licencia Creative Commons – leer condiciones– citando siempre la autoría y procedencia)
ENTREVISTA CON DANNY FEDERICI
por Salvador Trepat, junio 1998.
Un programa de televisión le hizo empezar a tocar el acordeón. Tras años de aprendizaje y diversas bandas, en 1968 reclutó a un joven Bruce Springsteen para que tocara en su grupo Child, y estuvieron juntos hasta 1988. En esta entrevista exclusiva Danny Federici hace un repaso a toda su carrera, nos habla de sus proyectos actuales y futuros, de su vida diaria y de su relación actual con Springsteen. Actualmente está de gira con la rockera americana Mary Cutrufello.
¿Cómo te sientes actualmente?
Estoy realmente bien. Estoy entusiasmado con mi propio proyecto y con mi propia música. La E Street Band no era el vehículo adecuado para expresarme con mi música instrumental, que es lo que he estado escribiendo durante mucho tiempo. En realidad nunca pensé, mientras grababa el disco, que lo presentaría en directo. Simplemente pensaba en compilar un puñado de música cuando apareció la idea del disco y posteriormente dijimos “hey, vamos a tocar en directo todo esto”. Eso me estimula y me asusta al mismo tiempo.
Háblame de Flemington. ¿Qué te inspiró a componer esas canciones?
Flemington es mi ciudad natal. Mis padres enfermaron durante los últimos tres o cuatro años, y finalmente fallecieron. Solía volver a la ciudad para asegurarme de que estaban bien, y eso me permitió hablar con antiguos compañeros del bachillerato, buenos amigos con los que hacía mucho que no hablaba, y me dijeron que se preguntaban qué había pasado con Danny Federici, dónde había ido y si era cierto lo que habían leído en artículos sobre Bruce donde decían que yo era de todos esos pueblos diferentes en New Jersey. Algunos me dijeron que creían que yo me avergonzaba de la ciudad donde crecí, que simplemente estuve con esa banda de rock’n’roll y me había olvidado por completo de mis amigos. Eso no era cierto, por lo que quise decirles, ‘hey tíos, estoy orgulloso de mis orígenes’, y le puse ese nombre a mi disco.
¿Cuándo empezaste a escribir canciones?
Hace mucho tiempo. Soy un acordeonista de escuela clásica, empecé a tocar cuando tenía siete años y siempre he estado escribiendo canciones. Vivo en California y no paro de escribir, intentando que mis canciones estén en películas, anuncios y cosas así. Hay un montón de música instrumental que fluye en mí.
Has editado el disco en tu propio sello, Dead Eye Records. ¿Ha funcionado bien?
(risas) Creo que sí. Sé que vendimos un montón a través de internet cuando empezamos. Al final hemos conseguido que esté en todas las tiendas, ya que hicimos un contrato con una compañía que se llama Music Masters y tienen distribución a través de BMG, lo cual es muy bueno. Ahora el disco está en todas las tiendas de Estados Unidos, y ya está anhelando otro, está muy sólo.
¿Cómo creaste tu propia compañía?
En realidad dos amigos míos tenían ya el sello. Tienen su propia banda de country & western y querían hacer algo con ella. Se pusieron en contacto conmigo, me ayudaron a acabar el disco y me dijeron ‘sabes, somos sólo dos, si quieres puedes entrar a formar parte de la compañía’.
Tu eres el músico que ha tocado durante más tiempo con Bruce Springsteen, exactamente 21 años, desde 1968 a 1988. Es como tener el mismo empleo durante más de dos décadas.
Sí, lo es. Y es un gran cambio no tenerlo. Es curioso, nosotros siempre escribimos nuestros propios temas. Recuerdo que tocamos la noche que el hombre llegó a la luna, con nuestro batería Vini Lopez y un bajista diferente, en una banda llamada Child. Vivíamos en una fábrica de tablas de surf y pasamos de eso a contratar a Roy y Max, hacer audiciones con ellos. Me acuerdo cuando Steve Van Zandt se unió a nosotros para tocar el bajo en Steel Mill.
Incluso después has tocado muy a menudo con Bruce. El Bridge Benefit en el 86, los conciertos benéficos en Asbury Park en el 96, el de Red Bank este año, el programa especial para Rolling Stone. Parece que Bruce siempre se acuerda de ti cuando necesita alguien a su lado.
Sí. Asbury fue muy divertido. Lo disfruté mucho. Soy acordeonista, por lo cual me encantó.
Me gustó mucho verte con Bruce tocando en el especial de Rolling Stone el otro día. Las canciones sonaron muy bien. ¿Quiénes eran los otros músicos?
Eran Jim Hanson al bajo, toca en el primer tema de mi disco. Garry Mallaber era el batería, un tío muy majo, y Marty Rifkin tocaba la pedal steel. Hicimos un par de temas en los estudios de Sony en Nueva York. Fue una gran semana para mí. Toqué con Max en el programa de Conan. Llamé a mi viejo amigo y le dije ‘hey, he de salir por la tele Max, acabo de sacar un disco!’. Me quedé en la ciudad y me acerqué para tocar con los chicos en Red Bank.
¿Cómo describirías tu relación actual con Springsteen?
Creo que Bruce y yo estamos en la mejor situación que hemos estado nunca porque hemos tenido el tiempo suficiente para aprender. No me quedé muy contento con la ruptura de la banda. Ser un miembro de ella durante tanto tiempo hace que pienses durante muchos años ‘¿qué le p
asó a mi trabajo?’. Cuando te decepcionas, al principio, es algo… respiras profundamente y no es tan malo. Fue muy decepcionante para mí, y seguro que para los otros miembros del grupo, porqué fue una sorpresa.
¿No imaginabas que podría pasar?
No. Acabábamos de hacer una gira para Amnesty un año antes, y pensé que me llamaba para preparar un nuevo disco o una nueva gira, así que me quedé bastante sorprendido.
Tú has sido testigo de la evolución de Bruce como compositor. ¿Cuál es el material que más te gusta?
Me gusta algo de su material más reciente, por que es más simple y comprensible. Todavía puedes escuchar sus temas más viejos y, sabes, puedes entender sus letras de mil maneras diferentes y al final se hace difícil saber de qué estaba hablando. Me gusta también su manera de producir los discos. Yo me fijo más en la producción, en el sonido, la tecnología, y ahora suena mejor.
Volvamos a los inicios. ¿Qué te hizo ser músico? ¿Quién te enseñó?
Había un programa en la tele llamado Lawrence Welk. Mis padres solían verlo, y el tipo que dirigía la banda tocaba el acordeón. Era una banda polaca y tenían otro acordeonista en el programa llamado Miron Floren. Una señora me dijo que me regalaría un acordeón si aprendía a tocar una canción, así que observé al tipo de la tele durante dos semanas y me aprendí la canción. Mi madre fue de gran ayuda. Me presionó para que continuara, ella siempre estaba allí enseñándome cosas diferentes. Se me hizo algo pesado cuando crecí, pero sin ella nunca hubiera seguido.
¿Quién te influenció en esos años?
Toqué acordeón clásico durante 15 años. Me influenció un tipo llamado Charles Magnante y otro llamado Dick Cantino, pero luego al llegar a la adolescencia acabé dejando el acordeón por dos razones: a las chicas no les gustaba cuando lo tocaba; y además iba al conservatorio y mi profesor me llamó para que tocara algo de jazz con el acordeón –cuando yo nunca había oído otra cosa que no fueran polkas y todo tipo de música clásica– y me inspiró el hecho de poder tocar otras cosas, así que dejé el conservatorio y empecé a tocar por mi cuenta.
¿Cómo te han influido como músico los años que pasaste en la E Street Band?
Aprendí mucho a tener gusto, a saber lo que quiero. Bruce ha sido un gran líder para la banda y eso me ayudó mucho al formar mi grupo, y a como equilibrar la amistad y el negocio, porque él sabe muy bien cómo llevar esos temas. Es duro, sabes, porque la gente me pregunta ‘¿porqué no empezáis de nuevo como The E Street Band?’. Bueno, porque yo no hacía caso a Clarence, ni él a mí, Max no me hacía caso ni yo a él, pero todos hacíamos caso a Bruce. Así es como era.
La E Street Band estuvo constantemente de gira los primeros años. ¿Cómo era la vida en la carretera? Supongo que no ibais en avión ni a hoteles de lujo.
Recuerdo cuando David Sancious y Ernest Carter, el batería, se unieron a la banda y volaron en un 747, y que estaba decepcionado porque ellos no se habían chupado los viajes en la furgoneta con la banda. Viajábamos en camionetas, y dormíamos en casas de gente, encontrábamos a alguien que nos alojara, y toda la banda solía dormir en la bodega o en el sótano. Eran tiempos realmente muy excitantes porque todo el mundo estaba emocionado con esta banda y cuando nos venían a ver tocar realmente se alegraban de haber creído en nosotros y nos dejaban estar en su casa. Fue muy divertido.
¿Os ganabais la vida?
Sí, lo hacíamos. Pasábamos con poca cosa. Ganábamos unos cien dólares por semana o algo así, nos pagaban el alquiler y teníamos un coche de alquiler delante de la casa. Recuerdo que Clarence, Vini y yo vivíamos en una gran casa de Long Branch. Teníamos la habitación llena de portadas de Greetings from Asbury Park. Las pegamos por las paredes del comedor. Estábamos orgullosos del disco y pensamos que era algo divertido (risas).
¿Cuál es el concierto más extraordinario que recuerdas?
Creo que el más salvaje fue Slane Castle, con 300.000 personas, porque no sabíamos como controlar una masa de gente tan grande, y había un montón de gente desmayándose por el calor y la presión. Teníamos gente arrastrándose por encima del público y sacando gente de ahí, los reanimaban y los devolvían al público, y eso daba miedo, era excitante y daba miedo al mismo tiempo. Sabes, llegas a un punto en que crees que ya has llegado ahí arriba y entonces… ¡Dios mío, fíjate en eso! ¡Aún más grande! Te asusta.
¿Qué periodo de tiempo consideras que fue el punto álgido de tu carrera como músico?
Supongo que cuando salió Born in the U.S.A. y empezó a despegar. Durante muchos años tuvimos un éxito relativamente pequeño y creí que siempre sería así, y entonces Born in the U.S.A. lo revolvió todo.
¿Hasta que punto afectaban tus problemas personales a la música y a los demás miembros de la banda?
Nunca jamás dejamos que eso se mezclara con la banda. Si los chicos tenían un problema con sus novias o esposas, o algo parecido, siempre actuamos en bien del grupo. Eso era mucho más importante que nuestros problemas personales.
Me sorprendió leer en una entrevista que habías intentado dejar la E Street Band en varias ocasiones.
Lo hice. Pasamos por un montón de cambios. Mike Appel, Jon Landau… sabes, cuanto más éxito llega menor es el contacto que tienes… y tienes menos que decir.
¿Cuándo fue eso?
Ocurrió dos o tres veces. Recuerdo que mi padre insistió para que continuara, y Bruce habló conmigo para que me quedara. Se que fue antes de Born in the U.S.A. porque no hubiera abandonado tras eso. Muchas veces antes de ese disco, quizá durante los primeros diez años, diría con seguridad que hacía el 77 ó el 78, de vez en cuando. Porque estaba acostumbrado a ser el chico que iba con la banda, aportaba sus ideas, tocaba su música, y en cuanto todo progresó y Bruce tuvo sus mánagers las ideas de la banda ya no se consideraban como antaño.
¿Hasta que punto os afectó el superéxito de Born in the U.S.A. en 1984? ¿Os hizo cambiar?
Sí, claro. Viajábamos en aviones privados. Dábamos un concierto y luego desde el jet privado mirábamos hacia abajo y veíamos como se vaciaba el estadio, y en una hora y media estaba ya en la cama de mi casa. Teníamos los mejores vuelos, los mejores aviones, los mejores hoteles…eran otros tiempos.
¿Sentiste en algún momento de tu carrera con la E Street Band que la magia había desaparecido, que algo se echaba en falta?
Lo que pasa es que, tal como yo lo veo, cuando todo empieza a crecer tiendes a olvidarte de la música, a olvidarte de la gente. Te ganas muy bien la vida y eso es algo que sienta muy bien, algo que quieres que continúe. Llegas a un punto en el que ya no puedes complacer a la gente. Si tocamos en un gran estadio se quejan porque no nos oyen bien, si tocamos en un lugar pequeño entonces se quejan porque no nos ven bien. Todo el mundo cambia al mismo tiempo, es algo muy divertido.
¿Cómo era una sesión de grabación con la banda en el estudio?
Básicamente, Bruce entra en el estudio con algunas canciones que quiere tocar. Tiene una idea básica para las canciones, saca una guitarra, empieza a tocar algunos acordes y todos intentamos encontrar nuestra parte en las canciones y empezamos desde ahí. La mayoría de veces acabábamos utilizando los arreglos de la primera vez que tocamos la canción.
¿Cuál es tu disco favorito?
Siempre me gusta “Sandy”, una de mis canciones favoritas porqué toco el acordeón en ella. Seguramente escogería uno de los discos más nuevos, Born in the U.S.A., porque me gusta la producción que tiene. Suena realmente a los 80, era verdaderamente bueno comparado con producciones anteriores.
¿Cual consideras que es tu mejor interpretación en una canción?
No sé, quizá “Glory Days”, porque yo la dirijo. Podría haber tocado mucho más así que… no creo que me guste por completo todo lo que he tocado, porque normalmente sólo tienes un pequeño espacio en la canción donde tocar.
Siempre me he preguntado por qué no apareces en el álbum Born to Run excepto en la canción del mismo título.
Ni yo mismo lo sé. Sé que hubo un tiempo en que Bruce parecía cambiar entre Roy y yo, en un disco Roy tocaba más, en el siguiente tocaba yo más, luego Roy… quizá Bruce quería que así compartiéramos el protagonismo.
Por tanto ¿no estuviste en el estudio grabando temas como “Backstreets” o “Jungleland”?
Sí, sí, pero no está en mis manos decidir qué material usaba. En cada disco grabamos probablemente un centenar de canciones, y veinte o treinta tomas de cada una, y la mayoría de ellas no tenían título, así que cuando se editaban decíamos “vaya, ésta es aquella canción”, porque nosotros no sabíamos los títulos ni sabíamos qué canciones Jon o Bruce y Steven acabarían poniendo en el disco.
Un coleccionista descubrió recientemente una lista de canciones manuscrita por Bruce en 1976. ¿Te suenan canciones como “Dawn Patrol” o “House on Eden Street”?
No, no las conozco.
Es sorprendente la gran cantidad de canciones que Bruce ha escrito pero nunca ha editado.
Seguro. Cuando Vini Lopez y yo formamos esa banda, Child, vimos tocar a Bruce y se lo robamos a otra banda llamada Earth. En esos días tocábamos el viernes por la noche, toda la noche, dos o tres horas, y luego el sábado tocábamos en algún otro sitio y tocábamos temas completamente diferentes que Bruce acababa de escribir. Escribía canciones durante toda la semana. Eran temas de 10 o 15 minutos, y la semana siguiente volvíamos a tener un set completo de nuevas canciones. Tocábamos temas nuevos cada semana, y eso es lo que lo creó todo porque la gente solía decir ‘deberías haber estado aquí la semana pasada’, ‘no, deberías haber venido esta semana, te has perdido tal canción’. Eso creó una atmósfera especial y a la vez eso acabó con ella porque toda esa espontaneidad y esa habilidad para meter a la gente en tantos conciertos… realmente no podía continuar haciéndolo. Al final, durante la gira para Amnistía Internacional, reducimos el concierto de tres horas a sólo una, y no había casi cambios porque los ordenadores estaban programados. Eso era muy distinto de los inicios.
Os convertisteis en profesionales.
Era más profesional. Lo que pasa es que nuestra banda se creó alrededor del hecho de que Bruce podía meter un tema que nadie conocía en cualquier momento, o un tema de quince o veinte años atrás, así, de improviso. Luego ya no podíamos hacer eso ya que los ordenadores no podían cargar la información con la rapidez necesaria. No tenían en la memoria todos esos temas, y el hacernos más profesionales eliminó la espontaneidad en los conciertos.
¿Qué te gustaría que incluyera la caja de outtakes de Springsteen?
Me gustaría que tuviera material de nuestros primeros días, de Child y Steel Mill.
¿Te ha contactado Bruce para este proyecto? Se rumoreó que la E Street Band podría grabar nuevos temas.
No, no hay temas nuevos.
¿Volvió la banda a grabar temas con Bruce tras Blood Brothers?
No.
¿Qué piensas de internet y de los rumores que corren en la red?
Estoy en internet desde hace mucho tiempo. Creo que la gente no me conoce, y es difícil hacer que te conozcan después de tantos años. Sabes, mi apodo era “El Fantasma”, y se debe a que nunca me gustó todo el montaje que te envuelve al estar en una banda famosa, todas las fiestas, los cotilleos… yo hacía mi trabajo y luego volvía al hotel. Aparecía y desaparecía. Tiene gracia que ahora tenga que hacer todas esas cosas. Creo que la gente en internet no sabe realmente de qué habla. Estoy en el proceso de crear una página web donde podré charlar con la gente que me haga preguntas. Hice una charla en AOL que fue muy divertida. Es un medio divertido, interesante, aunque la gente se forma una opinión de cómo creen que eres y a veces es difícil convencerlos de lo contrario. En algunas entrevistas que he dado me han dicho ‘sabes, me gustó lo que dijiste de tu padre’, ya que tienen una oportunidad de conocerme bien y saber lo que siento.
En 1999 Bruce entrará probablemente en el Rock’n’Roll Hall of Fame. ¿Crees que a la E Street Band se le debería reconocer, de alguna manera, por su contribución a la música de Bruce?
Es una buena manera de plantearlo. Sí, creo que sí. Creo que merecemos un reconocimiento. Siento que sin la banda Bruce no hubiera tenido la libertad y la confianza necesarias para actuar de la manera que lo hacía, para saber que con sólo mover su hombro izquierdo cambiaríamos el tono de la canción, que cuando dijera “uno, dos…” sabríamos qué canción iba a tocar.
¿Crees que podría haber conseguido el éxito con otros músicos, con una banda diferente?
Nunca lo he pensado. Por el simple hecho de que todos estábamos dispuestos a vivir sin dinero y a hacer lo que fuera necesario para mantener la banda. Ya era una banda antes de que llegaran algunos de los nuevos músicos. Fuimos Child y Steel Mill, y no “Bruce Springsteen y Child” o “Bruce Springsteen y Steel Mill”. Cuando Bruce consiguió un contrato entonces sí que fue Bruce Spr
ingsteen, porque era su contrato, aunque en mi corazón siempre fuimos una banda. Seguramente si el contrato hubiera dicho The E Street Band en lugar de Bruce Springsteen se habría producido una situación diferente.
Creo que Bruce tiene planeado grabar un Unplugged para MTV este Otoño. ¿Estarás en él?
Sabes, a principios de año me pidió que lo hiciera. Pero luego su padre falleció y surgieron otras cosas. Si lo hace, espero que me llame de nuevo porque me encanta tocar mi acordeón y nunca lo toco suficiente.
Volvamos a los primeros tiempos. Mike Appel siempre ha sido presentado como un incompetente mientras que Landau se ha llevado los aplausos por su trabajo. ¿Qué opinas de ambos?
Bueno, lo que pienso de los mánagers de Bruce es que nosotros necesitábamos también uno. Eso es lo que me gustaba de Mike. Tenía la idea de separar la banda y hacer con nosotros como Bob Dylan y The Band, y seguramente hubiéramos tenido nuestro propio material. Mike, a primera vista, parecía un buen tipo. No conozco bien a la gente de Bruce, así que no sé lo que pasó realmente a puerta cerrada, ni sé mucho sobre sus comportamientos. Sé que Jon llegó en un momento en el cual, con su experiencia, su habilidad como escritor y sus contactos en Rolling Stone, tuvo una presencia mucho más fuerte y llevó a Bruce y la banda hacía donde debían ir. No sé si Mike lo hubiera podido hacer.
Jon Landau parece tener una fuerte personalidad que aparentemente no cuajaba muy bien con todo el mundo. Se dice que esa podría haber sido una de las razones por las cuales Steven dejó la banda.
Es posible. De hecho no hablo muy a menudo con Steven, hace ya mucho tiempo; lo vi en el Rock’n’Roll Hall of Fame. Creo que Steven quería tocar más, estar más en un primer plano, y no creo que la banda le sirviera para sus necesidades. Y por desgracia tampoco sé qué cubre sus necesidades ahora mismo.
¿Qué hiciste tras la ruptura de la E Street Band?
Vendí mi casa y me trasladé a California, a tres mil millas de New Jersey.
¿Intentando olvidar?
Cuando vives en un estado como New Jersey, donde lo único de lo que habla la gente es de Bruce y la banda, se te hace muy difícil escapar a eso… quiero decir que cuando vuelvo allí la gente aún quiere saber qué pasa con la banda, y les digo ‘bueno, sabes, ¡no lo sé!’. Necesitaba irme lo más lejos posible, y me ha costado mucho tiempo… por eso tardé tanto en sacar el disco, porque me costó mucho saber apreciar mi talento individual, mis valores, el saber que tenía algo que decir y que era algo lo bastante bueno. Es como cerrar el círculo y empezar de nuevo.
¿Consideró la banda en alguna ocasión el salir a tocar sin Bruce?
Lo pensamos hace muchos años. Tocamos en la fiesta de investidura del Presidente Clinton en Washington, Max nos hizo tocar allí, con Southside Johnny y Johnny Rivers como cantantes. Y fue tan divertido que se convirtió en una experiencia fabulosa. Y fue entonces cuando pensamos sobre ello, pero consideramos que cualquiera que tomara el puesto de Bruce sería criticado muy cruelmente, así que creímos que una cantante femenina podría ser la solución. Lo pensamos durante un tiempo, Clarence, yo mismo, Garry y Max, pero creo que no nos lo pensamos lo suficiente.
Si no hubieras tocado en la E Street Band, ¿con qué otro músico o grupo te hubiera gustado tocar?
Lo que me gustaba de la E Street Band es que era una banda que podías presentar a tus padres. Es una banda totalmente americana, así que la única situación en la que hubiera querido tocar con alguien más… Dios, ¡no lo sé! Nunca lo he pensado, mi vida ha estado con Bruce durante tantos años.
Hace un años se comentaba que estabas escribiendo un libro sobre tus días con en la E Street Band. ¿Qué ocurrió con ese proyecto?
Hice un primer borrador, y era realmente muy malo. Me cabreé porque no me gustaba como había quedado, así que decidí esperar un tiempo y escribí otro borrador, y quedó algo diferente. Te relajas, descansas, y la historia cambia un poco. Entonces lo escribí por tercera vez y decidí venderlo. Cuando lo intenté… no había basura en el libro, del tipo quien se acuesta con quien, y eso es lo que hace vender libros. A mí nunca me interesó espiar a la gente, no me interesa esa basura. Así que para los editores no había nada interesante como para pegar un adhesivo en la portada que dijera ‘Bruce se acostaba con tal y cual’. Les dije que lo sentía mucho pero que yo no tenía esa clase de información. Básicamente era un buen libro, hablaba de muchas cosas buenas, sobre como me sentía yo y mi opinión sobre el tema, ya que he estado en el negocio durante tanto tiempo que era algo como mi propio disco; era para mí muy importante escribirlo porque me hacía pensar en quien soy yo. Me costó muchísimo tiempo y fue algo muy absorbente.
Hablemos de ti. ¿Qué sueles hacer entre semana?
Mi mujer y yo tenemos dos hijas pequeñas, Madison y Harley. El tema “My Little Cow” es sobre Madison, lo escribí para ella porque mi mujer es de Wisconsin, y llevamos a nuestra hija a Madison (estado de Wisconsin) para bautizarla, y había vacas por todos lados. Suelo levantarme temprano, tengo un estudio en casa y ahora mismo estoy trabajando en mi nuevo disco. Tengo dos proyectos: estoy preparando un disco navideño, lo cual es muy interesante porque se trata de un disco navideño de acordeón con un estilo muy jazzístico. Creo que nadie ha tocado el acordeón de la manera que lo hago yo, al estilo del jazz y del rock’n’roll. Y también estoy trabajando en algunas nuevas canciones para un nuevo disco al estilo de mi primer álbum.
¿Cuándo tienes previsto editarlo?
No lo sé, realmente no pienso en ello. Por suerte, si no hubiera sido por Ben y Frank nunca habría editado mi disco. Básicamente fueron ellos los que me indicaron que el disco estaba acabado, porque por mí aún estaría en el estudio remezclándolo. Te puedes pasar una eternidad editando las canciones.
¿Qué te gusta aparte de la música?
Solía volar a menudo. Tenía una avioneta y hice muchas horas de prácticas. Lo hacía regularmente pero al final lo dejé. Tuve una mala experiencia hace unos cuatro años, con una racha de malos vientos y me asusté mucho, así que decidí vender la avioneta y no volar más. También hago ejercicio, y asisto a clases continuamente, siempre estoy en la universidad estudiando una cosa u otra. De hecho, ahora mismo estoy intentado dar clases yo mismo. No tengo muchas más aficiones, volar era mi hobby favorito pero ya no lo hago.
¿Tuv
iste alguna vez algún otro trabajo?
Cuando crecía tuve un par de trabajos distintos que duraron un par de semanas o un mes. Fui electricista durante un tiempo, y me gustaba mucho, y trabajé en la construcción. Pero entonces uno de mis compañeros de trabajo resultó ser bajista, y solíamos tocar juntos los fines de semana. Su nombre es Alan Berger, fue el bajista de Southside Johnny durante muchos años, tras conocernos en ese trabajo. Yo trabajé en sitios realmente extraños, como ese lugar donde hacían cosas diferentes para el Ejército, construían unas cajas gigantes que eran recogidas por helicópteros y las instalaban en campos, centros de comunicaciones… siempre eran trabajitos de poca monta aquí y allá, nada serio. El otro día le comentaba a mi mujer ‘vaya, no he tenido un trabajo de verdad en treinta años’. Casi te asusta.
Fotos (de arriba a abajo):
Danny en 1997: cedida por Dead Eye Records/Danny Federici
de niño: cedida por Danny Federici
1973 con el acordeón: Phil Ceccola
1974 en el sofá: Phil Ceccola
1975 con el acordeón, tocando ‘Sandy’: Phil Ceccola
gira 1985 en Rotterdam: copyright René Van Diemen