Barcelona 1981 – 40 años – Parte 2

Estamos en marzo de 1981 y las opciones de ver a Springsteen por estos lares se habían desvanecido. Pero sucedió lo inesperado: Springsteen, exhausto, canceló diversos conciertos de su gira americana, que fueron pospuestos hasta primeros de marzo. El cambio de fechas y el agotamiento físico del artista forzaron la cancelación de la gira británica que arrancaba ese mismo mes, cuyas fechas se movieron a mayo y junio. Se movieron más fechas continentales y eso abrió las puertas a intentarlo de nuevo. Francia, donde debía dar cuatro conciertos (dos en París, uno en Lyon y uno en Montpellier), salió perjudicada, perdiendo el concierto del 24 de abril en Montpellier (que se trasladó más al norte, a Lyon).

Anuncio en prensa con las fechas originalmente previstas en el Reino Unido en marzo y abril
Las fechas británicas se trasladaron a mayo y junio. Los compradores recibieron esta postal informativa.

Y así el 24 de marzo saltaba la noticia. Gay & Company, via télex, anunciaba un único concierto: «Confirmamos fecha de 21 de abril de Bruce Springsteen en Barcelona». Se intentó una segunda fecha en Madrid pero fue imposible. La prensa española se hacía eco de las exigencias: sillas en pista y 10 millones de pesetas de caché. Lo primero, como sabemos, no llegó a cumplirse.

Diario Pueblo, 25 de marzo de 1981

A primeros de abril, a pocas semanas del concierto, se pusieron las entradas a la venta. Unas 7.000 personas acudieron a la cita, incluyendo cientos de fans que vinieron en autocares organizados desde Madrid, Bilbao, Valencia, Valladolid, Murcia y otras ciudades. Ya por entonces había un nutrido grupo de fans entregados que de ninguna manera iban a perderse un acontecimiento histórico.

The River había llegado a las listas de éxitos españolas, «Sherry Darling» se publicó como segundo single (con una inédita, la estupenda «Be True», en la cara B) y no paraba de sonar en todas las emisoras. Springsteen había consolidado, paso a paso desde la edición de Born to Run en 1975, una carrera sólida que había aumentado el mito año a año. Se oía hablar de sus conciertos legendarios, pero prácticamente nadie aquí lo había podido atestiguar, salvo la docena de periodistas que CBS mandó a Londres en 1975 para ver uno de los pocos conciertos que Springsteen ofreció en Europa ese año.

La ciudad se llenó de posters anunciando el concierto (compartiendo cartel con otro concierto mítico, el de The Clash en Badalona el 28 de abril), las tiendas tuvieron su poster también (en color, hecho por la discográfica y donde hablaba de «única actuación en España») y se publicaron anuncios en prensa (El Noticiero Universal sorteó entradas para 35 afortunados).

Una preciosa entrada a todo color garantizada la puerta al paraíso Springsteeniano, tras pagar las 900 pesetas que costaba. Ya sólo quedaba esperar unos días hasta que llegaran las 21:30 del (lluvioso) martes 21 de abril.


Mañana: el concierto.