A las 7 en punto de la tarde aparecía hoy Bruce Springsteen sobre el escenario del Estadio Olímpico de Sevilla. Con camiseta negra, vaqueros y gafas oscuras daba las últimas instrucciones a su extensa banda, antes de embarcarse en el ensayo general de la gira europea ante un público reducido. Unas docenas de periodistas venidos de toda Europa (aunque mayoritariamente españoles e italianos) han tenido acceso al ensayo completo, seguido de una improvisada e informal rueda de prensa.
Durante casi hora y media Springsteen ha repasado parte del repertorio de la gira y ha dedicado una buena porción de tiempo a ensayar los movimientos de la banda en determinadas canciones, a decidir qué músico iría hacía la derecha o hacía la izquierda del escenario, quien se quedaría con él en el centro o qué parte del «Apollo Medley» debe cantar cada uno de los coristas. «We Take Care Of Our Own» y «Death to my Hometown» han abierto fuego, ante la mirada de las numerosas cámaras, mientras los periodistas tomaban notas incesantemente o aprovechaban para mandar minicrónicas via Twitter o tomar fotos con sus smartphones.
Minutos después ha llegado el turno de «Rocky Ground», con Michelle Moore en el escenario, tal como sucedía en la gira americana. La banda mantiene la misma formación que ha tenido en Estados Unidos, salvo Patti Scialfa, ausente esta tarde. Bruce ha comentado más tarde que Patti estaba en casa cuidando del hijo menor, aun adolescente, y se incorporaría a la gira en breve.
Unos gritos insistentes y lejanos han roto el silencio de repente: se trabaja de un nutrido grupo de fans que jalebaba al artista desde las ventanas del hotel anexo al estadio, y con visión directa al interior del mismo. Bruce ha bromeado con ellos, les ha preguntado si querían oir alguna canción en especial, y les ha dedicado luego una inspirada versión de «Thunder Road». La sección de metales ha impresionado a más de un reportero. Realmente impone verles soplar con fuerza el épico final de la canción, a pocos metros de distancia, con el estadio vacío y un sonido potentísimo y nítido.
«Waitin’ on A Sunny Day» ha marcado el primer punto de encuentro con el reducido público. Bruce ha saltado a la pista, se ha paseado por la parte trasera del pit y ha saludado y dado la mano a buena parte de los asistentes, mientras continuaba la canción e incluso, a falta de niños, hacía cantar el estribillo a una atrevida periodista. Truco fácil, pero directo, entrañable y resultón, que ha servido para crear simpatía entre los reporteros y cámaras.
A continuación dos sorpresas: la roquera «I’m Goin’Down», animando el ambiente, seguida de un momento histórico. Bruce y la E Street Band nos han regalado una excelsa versión de «The Promise». Algo que en su carrera sólo ha ocurrido cuatro veces en público (primer concierto de la gira 78, actuación en el carousel de Asbury Park en 2010, concierto en Washington hace unas pocas semanas, y ahora, en Sevilla, en el ensayo semi-público ante la prensa). Momento único y emotivo. Sorprendentemente, una periodista extranjera pregunta: «¿Thunder Road no la ha tocado ya antes?». Le aclaramos la duda y lo agradece.
«Shackled and Drawn», «The Way You Do The Things You Do» y «We are Alive» han cerrado la sesión, tras la cual Bruce se ha sentado al borde del escenario para responder a las preguntas de la prensa. Han sido 15 minutos de preguntas y respuestas, más centradas en política y temas sociales que en música. Mañana más, con el estadio repleto de fans y las expectativas muy altas.
Fotos copyright S.Trepat/Point Blank.