Esta es la historia (¿autobiográfica?) que Bruce contó en la parte central de «Rosalita» durante el concierto en el Carnegie Hall, antes de cantar la parte final:
«Bueno, por desgracia, se hace tarde. Y esta canción es muy larga. Vaya, ¡escribí letras muy largas en mis principios! De todos modos, no creo que os interese el resto de la historia. Os sabéis de sobras la maldita historia. Rosie se piró con nuestro héroe, se casaron, y vivieron felices por siempre jamás, más o menos, a pesar de los que os hayan contado en la prensa amarilla. Nuestro héroe formó una banda, se hizo rico, se convirtió en una estrella e hizo feliz a muchísima gente con sus canciones.
Y entonces empezó a ser feliz él mismo. Así que disolvió la banda, y empezó a escribir un puñado de canciones sobre la felicidad. Y no le gustaron a nadie. Así que reunió a la banda de nuevo. Escribió nuevas canciones. Éstas trataban de la tristeza. Le encantaron a todo el mundo. Y pasaron los años. Nuestro héroe engordó un poco. Su cabello empezó a tener canas, al menos cuando no se lo retocaba. Los Estados Unidos se conviertieron en un reino. Y el puto planeta entero se cabreó tanto que empezó a calentarse y calentarse. Llegaron los bebés, y se conviertieron en niños. Y luego en… algo distinto. Y nuestro héroe llegó una noche a la ciudad más grande del mundo. Y se encontró encima del escenario más lujoso del mundo.
Sé que creeis que esta historia es falsa. Sé que no ocurre así exactamente. Pero esta noche, os lo juro, todo es real. ¡Así que vayamos al grano!»